Existe una opinión generalizada sobre el uso de efectos en el jazz clásico: no se utilizan. Y punto.
Sin embargo hay por ahí alguna que otra grabación reveladora en la que se puede oír a auténticos iconos del jazz, como Wes Montgomery haciendo uso de un vibrato del mismo amplificador (incluso tocando con la pastilla del puente!), o Jim Hall que también ha hecho de las suyas con un Whammy de Digitech, siempre buscando nuevas sonoridades. Pero vamos, a pesar de ser guitarristas muy importantes en la historia del jazz, estos ejemplos que he puesto son casos aislados, ninguno de los dos era usuario habitual de efectos. A veces algún guitarrista de jazz clásico ha explorado cerca de los límites establecidos, pero, no nos engañemos, siempre ha sido para espantarse rápidamente y volver a su sonido limpio original.
En los años 70, con la llegada de lo que llamaron «jazz-rock» primero y «fusion» más tarde, se abrió un mundo nuevo de posibilidades sonoras, sin renunciar en muchos casos al lenguaje jazzístico. Guitarristas como Pat Metheny, John Scofield o John McLaughlin son la punta del iceberg de una generación que fue más allá, rompiendo muros y actualizando el sonido del jazz. Ya hace 40 años de esto y hoy podemos ver que no fue una fiebre pasajera. La denominada «fusion» está totalmente institucionalizada y ahora es normal encontrarse con elementos como, por ejemplo, Mike Stern usando distorsión sin ningún tipo de complejo, aunque para los puristas eso no es jazz, ellos sabrán.
Ahora bien, si lo que queremos es tocar jazz clásico puro y duro (y limpio), pues resulta que también tenemos para elegir una serie de pedales que nos pueden ayudar a conseguir el tono deseado. Lo más práctico sería encontrar ese sonido ideal con nuestra guitarra y amplificador, sin intermediarios, pero claro, si no estamos a gusto con nuestro sonido siempre es más fácil y económico añadir un tercer elemento a la cadena para conseguir «el tono». Además, ¿qué guitarrista puede resistir la tentación de colocarse un par de inofensivos pedalitos a sus pies?
Vamos a ver un Booster archiconocido por los guitarristas de otros géneros, pero posiblemente un gran desconocido para el guitarrista de jazz, el EP de Xotic.
EP Booster
Este es uno de los pedales que podemos usar sin que el oyente se entere de que estamos usando un «efecto», y es que realmente no lo es.
El pequeño EP Booster no es más que un preamplificador que tiene un interesante efecto sobre nuestro sonido: lo colorea, engorda y casi se puede decir que re-dimensiona. Bueno, vamos por partes, como dijo Jack.
Este pedal está en circulación desde 2009 y ya se ha escrito mucho sobre él. Está basado en el preamplificador del Maestro EP-3 Echoplex, del que toma prestadas la siglas EP, un eco de cinta que usaba Jimmy Page, entre muchos otros, en los años 70.
El pedalito es pequeño y resumido a más no poder, tiene el tamaño justo para que le quepa una pila de 9 voltios y, por supuesto, se puede usar con un alimentador normal de 9 V, aunque aguanta hasta 18.
Como podéis ver no tiene secretos, o si, porque el caso es que hay más botoncitos de los que se ven a simple vista. No sé de quién fue la brillante idea de colocarlos dentro de la caja, y más teniendo en cuenta que para poder abrirla hay que desatornillar los cuatro tornillos que sujetan la tapa al chasis. Es muy poco práctico. Esta es la queja universal que todos los guitarristas tenemos sobre este pedal, así que: SEÑORES DE XOTIC, TOMEN NOTA DE UNA VEZ Y PONGAN LOS PUTOS BOTONES FUERA!!!
La verdad es que una vez que has encontrado tu combinación ideal, tampoco vas a tocar mucho esos botoncitos, pero hombre, un poco de consideración con los que nos guste cacharrear a diario.
Estos dos pequeños selectores rojiblancos, con sus cuatro combinaciones, tienen un poder absoluto sobre el sonido y hacen que este cambie radicalmente, razón de peso para poner los botones fuera.
Con el selector 1 activado se incrementa la salida con un empuje de +3 dB extras con el pote externo al mínimo y hasta +20 dB cuando está al máximo, un poco exagerado.
El selector 2 es para elegir entre ecualización plana estando activado o un realce del espectro de gama baja cuando está en off.
Activando los dos conseguimos un sonido vivo y rico, como más tridimensional, con un añadido de presencia, a pesar de que la ecualización que tenemos activada es plana en teoría. Todos los guitarristas coinciden en la descripción del sonido del EP en esta posición: «es como si hubiera quitado una manta que tapaba el amplificador». Esta combinación es ideal para realzar los solos y cabrear al previo, haciéndolo que sature más según vayamos subiendo el volumen del pedal. El sonido del EP es adictivo y cuando lo has conectado ya no lo quieres quitar porque todo suena mejor.
Este es el sencillo manual del EP, sacado de la página oficial de Xotic:
Ahora bien, para poder usar este cacharrito en un contexto jazzístico, la combinación recomendable es justo la contraria a la que acabamos de ver.
A esta combinación que nos interesa el fabricante la ha llamado «vintage settings», y es con todo desactivado, o mejor dicho, con los dos botoncitos en «off». Al conectar el booster notamos como sube el volumen, aunque esté a cero, esto es producto del realce de graves. No solo suena más fuerte, además engorda todas las notas, dotando de más cuerpo y calidez todos los registros de la guitarra, no solamente los graves, sin restar un ápice de definición. Al subir el volumen del pedal parece que ejerce un poco más de influencia sobre el tono, pero es muy sutil, sigue manteniendo el mismo carácter que con el volumen a cero. Al llegar a la mitad de recorrido más o menos empieza a romper un poco. Por descontado, influye la salida de las pastillas y la altura a las que las tengamos ajustada para que rompa antes o después.
Para tocar jazz yo lo suelo usar con el ajuste «vintage settings» y el volumen al 3 como máximo, una cuarta parte del recorrido del potenciómetro.
Hay que tener en cuenta que para algunos estilos de jazz, este pedal puede resultar contraproducente, ya que hará que el sonido sea un poco más pastoso, y eso no siempre nos puede interesar. Por ejemplo, a la hora de hacer un comping de acorde por tiempo en un contexto de swing, puede ser que embarulle más que otra cosa, para esta ocasión no es aconsejable, a mi gusto. En cambio si estamos tocando un acompañamiento más libre con acordes abiertos, puede enriquecer dándole un color cálido y gordo a nuestro sonido. Para solos es totalmente adecuado, sea cual sea el estilo.
A mí me gusta usarlo todo el tiempo, para acompañar y solear igualmente, lo enciendo cuando empiezo a tocar y lo apago al final del concierto, como la reverb.
CONCLUSIONES
El EP Booster puede ser de gran ayuda para darle un extra de grosor a tu sonido. Si no tienes un buen sonido de base, deberías plantearte cambiar de equipo, este pedal optimiza el sonido pero no hace milagros.
Es recomendable para cualquier estilo musical y muy útil para dar un extra de volumen en un solo.
Lo mejor es probarlo y quién sabe, es posible que se convierta en una pieza imprescindible de tu equipo o que no te sirva para nada.
VÍDEO
El audio de este vídeo ha sido grabado con una tarjeta de sonido Audient ID22 y un micro Sennheiser e906. La calidad del audio es MP3 192 kbps.
La guitarra utilizada para la grabación es una archtop Jaén Odeón y el amplificador un Polytone Mini Brute III.
El sonido está sin procesar y la reverb que se escucha es del pedal HardWire RV-7.
Es aconsejable escucharlo con auriculares si no tienes unos buenos altavoces en tu PC.
********************
Con esta review volvemos a la carga después de unos meses de «vacaciones», aunque no se si llamarlas así porque yo he estado currando, pero bueno, resulta que aún tengo que estar agradecido, nchsssss, en fin. Eso si, he tenido tiempo para probar y grabar algunas guitarras impresionantes que van a quitarle el sueño a más de uno. A mí ya me lo han quitado.
Estad preparados que vienen momentos muy duros para los que padezcan de G.A.S.
Salud y bolos!