Esta guitarra es un claro ejemplo de cómo se puede llevar la producción a China y mantener un estándar de calidad aceptable.
Siempre me ha llamado la atención esta archtop, estéticamente y por su sonido. Tengo varios amigos que la tienen y cuanto más la he probado, más me ha gustado. He aprovechado que ha caído una en mis manos para hacerle una pequeña reparación y que la he tenido unos días para hacer esta revisión.
De los cuatro modelos que llevan el nombre de Pat Metheny, la PM35 es la única construida en China, el resto (PM200, PM100 y PM120) está manufacturado en Japón y son, por consiguiente, mucho más caras. Esta es por tanto la más modesta de toda la gama PM, pero no por ello una mala guitarra, ni mucho menos!
También está la PM2-AA, que no la cuento por ser prácticamente la misma guitarra que la que nos ocupa. Al final de la review he hecho una comparativa entre la PM35 y la PM2-AA
Bueno, vamos al lío!
CONSTRUCCIÓN
De entrada llama la atención el acabado impecable y la perfección en los detalles. En color natural, que es el único en que se fabrica, es realmente llamativa.
Todo el cuerpo de la PM35 es de arce laminado, la tapa, los aros y el fondo. La guitarra es nueva y todavía no ha amarilleado, por lo que el color de la madera, a día de hoy, es muy claro, casi blanco hueso. Con el tiempo se irá poniendo más color de madera, al oscurecerse el arce y la capa de poliuretano.
El cuerpo está ribeteado con un binding Blanco/Negro/B/N/B, que como suele ser habitual es de plástico. Las efes también llevan su binding b/n, por tanto no se puede ver el corte de la madera, aunque es de imaginar que el laminado no será de arce. En las guitarras de esta gama se suele usar una capa muy fina de arce para la lámina que queda a la vista y debajo normalmente lleva otra maderas más económicas.
El puente flotante es de palosanto y curiosamente se suministran dos partes superiores, una metálica (tune-o-matic) y otra de madera, detalle que se agradece. Pat Metheny siempre ha usado puente metálico en sus guitarras y ha tirado del tono para conseguir ese sonido suyo tan característico, osease, que el puente metálico en este caso es «signatúricamente correcto».
Cuando recibí la guitarra llevaba puesto el puente metálico y unas cuerdas 0’010-0’048, sonaba terriblemente brillante. Al colocarle el puente de madera y unas cuerdas de calibre 0’012-0’050 y entorchado plano cambió radicalmente, ya sonaba más como esperas o mejor dicho, como yo espero que suene una guitarra de este tipo.
La base del puente tiene incrustados unos pequeños rectángulos de nácar y madreperla, imitados con materiales sintéticos, claro.
Un detalle que no me gustó (poniéndonos exquisitos) fue las ruedecillas metálicas de puente, que sirven para regular la altura. Giraban demasiado sueltas, sin ajustar bien con la rosca. En principio eso no tiene porqué dar problemas, pero deberían ajustar bien, no es tan difícil ni costoso hacer que coincidan las roscas.
El cordal es un KT30, con un diseño original de Ibanez, aunque me recuerda mucho (muchísimo) al cordal de las Hofner buenas de los años 60. Como es normal en este tipo de cordales metálicos, va conectado a masa.
Se sujeta al cuerpo enganchándose a una pieza metálica que lleva la guitarra en la base, donde también va el enganche para la correa y en contacto con dicho enganche el cable de masa por el interior, evidentemente.
El mástil está compuesto por tres piezas de arce, separadas por finas láminas de bubinga, detalle que lo hace muy vistoso. Este tipo de construcción en tres piezas le da mucha estabilidad, de hecho el tiempo que estuvo en mis manos, una vez reparada, mantuvo la afinación muy bien y no se desajustó en lo más mínimo, pese al gran golpe que acababa de recibir.
No es muy grueso y resulta fácil hacerse a el.
El palosanto del diapasón y del puente estaba totalmente deshidratado, como si se hubiesen pasado con el proceso de secado. Después de hidratarlo con aceite de limón quedo con mejor aspecto. No le vendría mal otra pasada.
La acción está muy baja y no hay trasteos.
El hueso es de plástico (vaya contradicción!) hecho con molde. Precisamente tengo esta guitarra en mis manos para quitarle el hueso que se ha roto en la caída y colocarle uno de hueso de verdad.
Tengo que decir a favor de la guitarra que, salvo el hueso y el puente que han resultado afectados en la caída, ha aguantado muy bien el tipo y no se nota absolutamente nada más. Afortunadamente está bien pegada 🙂
Los trastes son tamaño medio y llama la atención el acabado redondo de los cantos, acabado que se suele hacer en guitarras de mucha más alta gama. A este acabado lo han llamado “Artstar”.
Los inlays son rectangulares (de bloque) y están hechos con el mismo material que los del puente, son grandes y vistosos, tal vez demasiado… cuestión de gustos. En el bloque del traste 21 está escrito “Pat Metheny”, para que no quede ninguna duda.
La pala tiene la forma típica de Ibanez desde los 80 y también lleva binding B/N/B.
La tapa del tornillo del alma es de palosanto y lleva grabada la palabra “Custom”, algo que no tiene sentido en una guitarra hecha en serie, pero bueno. Ya le podían haber lijado un poco los cantos a la tapa en vez de grabar letras, que cada vez que he limpiado la pala se ha enganchado la bayeta ahí.
Las clavijas son genéricas y funcionan muy bien, tienen las palometas de plástico blanco imitando nácar y el tacto es muy suave. Ignoro el ratio, pero son bastante finas y funcionan al milímetro.
El dibujo que lleva en la pala es el mismo en todos los modelos PM y es igual de vistoso que los inlays.
SONIDO
La parte electrónica es simple y resultona, como tiene que ser.
La única pastilla es una Súper 58-N, imagino que la N será de “Neck”. Al medirle la resistencia con el multímetro me ha dado 7’05 ohm de salida, muy apropiado para este tipo de guitarra.
Suena definida, con muy buen ataque y algo estridente en agudos, nada que no se pueda arreglar cerrando un poco el pote de tono. A pesar de eso me gusta esta pastilla, los agudos, una vez controlados, tienen un cuerpo y un carácter que le dan una mala leche muy particular, aún teniendo una salida moderada.
La Super 58 ha tenido diferentes construcciones a lo largo de su historia. Esta última hornada tiene fama de ser chillona pero, como decía, no es nada grave y tiene fácil solución.
Los dos controles que tiene son volumen y tono y funcionan bien, es decir, el tono tiene un recorrido 95% útil, si lo cierras del todo ya no vale para nada el sonido que produce, pero cerrándolo casi del todo sigue sonando bien, muy “Pat”. El volumen cumple son su función gradualmente, no se le puede pedir más.
Los botones o “perillas” de los potenciómetros son de ébano, un bonito detalle, aunque al girarlos se ve que hacen como un «ocho», posiblemente porque el taladro del eje no está en ángulo recto exacto.
Es bastante resistente a la retroalimentación, cosa que suele ser una lotería en guitarras de este nivel, aunque sean laminadas.
CONCLUSIÓN:
Tenemos una guitarra de gama media con un costo bastante razonable, a día de hoy cuesta entre 750-800 €. No he probado guitarras de este precio que suenen mejor, pero además el tacto que tiene la PM35 es superior a la mayoría de las guitarras de su nivel.
Evidentemente no es un elemento polifacético con solamente una pastilla en el mástil y un ancho de caja de 7 cm. está claro para qué está pensada.
Recomendable tanto para guitarristas que se inician en el jazz como para los que ya tienen un nivel y no se quieren gastar una fortuna en una archtop de gama alta. Con esta tienes para rato!
DATOS TÉCNICOS
- Caja: 16″. Tapa, aros y fondo de arce laminado.
- Ancho: 7 cm.
- Mástil: 3 piezas Arce, 2 láminas finas (0’5 mm) de bubinga entre el arce.
- Diapasón: Palosanto, con incrustaciones en bloques imitando nácar y madreperla.
- Escala: 62.865 cm. (24.75″)
- Radio: En las especificaciones de la guitarra pone de 12″, pero lo he medido con una plantilla de radios y es de 10″.
- Clavijas: Genéricas, sin marca. Palometas de plástico imitando nácar.
- Número trastes: 22, tipo medio jumbo con acabado “Artstar” en los bordes.
- Electrónica: Una única humbucker Súper 58-N en el mástil. Controles de volumen y tono.
- Puente: ART-1.
- Cordal: KT30.
- Peso: 2’6 Kg.
Fotillos:
VÍDEO
Grabado con micros Rode NT2 y SENNHEISER e906.
Tarjeta de sonido Edirol FA-66.
Sonido sin procesar.
Audio en MP3, a 192 kbps. Es aconsejable escucharlo con auriculares, si no tienes unos buenos altavoces en tu PC.
Primero juego un poco con el tono. Después toco el tema «Beautiful Love» y grabo una base con la Loop Station, seguidamente improviso un rato variando el tono hasta conseguir un sonido apropiado.
Gracias a…
Dani Fergal, por confiarme su guitarra en un momento tan delicado. Ya está arreglada Dani!
*****
Curiosidades sobre la Ibanez PM35
La PM35 no se fabrica actualmente, aunque Ibanez comercializa una guitarra prácticamente igual con alguna modificación, la PM2(también llamada PM2-AA). En alguna tienda de internet se puede encontrar todavía la PM35 y en otras la PM2 al mismo precio. Imagino que con el tiempo la PM35 desaparecerá, como ha desaparecido del catalogo de Ibanez, a pesar de que aún está en las tiendas.
Las diferencias entre una y otra son:
- El mástil de la PM35 es de tres piezas de arce, el de la PM2 es también de tres piezas pero las dos laterales son de caoba y la central de arce.
- El diapasón es de palosanto en la PM35 y ébano en la PM2. Si bien es un lujo poco habitual en esta gama de guitarras, en esta concretamente creo que el diapasón de ébano no es más apropiado que el de palosanto, vuelve el sonido más brillante, obligándonos a cerrar más el tono. No es lo que le hace falta a la Súper 58, de por si chillona.
- En la PM2 la madera del cuerpo está tintada en ámbar proporcionándole un aspecto más cálido.
- Los botones de los potes son diferentes. En la PM35 son de ébano y en la PM2 son de plástico, imitando los de las Artist de los 80.
- El marco de la pastilla es color crema en la PM35 y negro en la PM2.
- En la tapa del alma de la PM35 está grabado “Custom”, en la tapa de la PM2 no pone nada.
- Los inlays de las dos guitarras son rectangulares y de nácar y madreperla pero tienen diferente diseño.
- Las palometas de las clavijas son de plástico nacarado en la PM35 y metálicos en la PM2.
SOBRE IBANEZ GUITARS
Ibanez es, sin duda alguna, la marca asiática que más guitarras nos ha vendido en los últimos 30 años, bueno, también está Yamaha, pero esta última se ha diversificado mucho mientras que Ibanez se ha quedado exclusivamente en el mundo de las guitarras, amplis y pedales.
Debe su nombre al constructor valenciano de guitarras españolas Salvador Ibañez, aunque parezca mentira.
Comenzaron en 1928 importando guitarras españolas de Salvador a Japón, pero después de la guerra civil española la fábrica en Valencia de este señor quedó derruida.
Aprovechando la demanda que seguía habiendo de estas guitarras, comenzaron a fabricarlas en Japón bajo el nombre de “Ibanez Salvador”, seguramente porque allí no tenían nuestra preciada eñe, bueno ni el resto de las letras, pero como pensarían seguir usando el nombre pues siguieron usando el alfabeto latino.
No creo que tuvieran tanta visión de futuro como para imaginarse en 1928 que se iban a convertir en una de las marcas más importantes del mundo guitarrístico oriental y occidental.
Aunque comenzaron a hacer guitarras eléctricas a finales de la década de los 50, fue en los 70 cuando empezaron a invadir el mercado americano y un poco más tarde el europeo con copias de Gibson, Fender y Rickenbacker, con tal éxito de ventas que Gibson los llevó a los tribunales por copia y además ganó el juicio (Gibson).
Esa época gloriosa en la que Ibanez fabricó copias-réplicas de los originales se conoce como “lawsuit era” y nos ha dejado piezas ejemplares que actualmente se cotizan muy alto, pero ni mucho menos al precio de los originales de la época.
Unos par de ejemplos de grandes guitarras de caja que fueron construidas por los japoneses a mano, igual que los originales y en algunos casos superando el original (eso dicen) que ya estaba en la “era Norlin” e iba perdiendo calidad a pasos agigantados son:
- Ibanez 2460, copia de L5, una de las más fieles reproducciones de esta mítica guitarra.
- Ibanez 2616, copia de Gibson ES-175
Después de perder el juicio (…ha sonado raro), Ibanez abandonó la política de copiar y se dedicó a diseñar sus propios instrumentos, utilizando la estrategia de crear instrumentos diseñados según las exigencias de guitarristas famosos, los modelos «signature».
Actualmente, en el campo del jazz son endorsers de Ibanez:
- George Benson, el que más tiempo lleva, con sus diferentes modelos GB.
- John Scofield. Empezo con una Ibanez Artist AS200 y ahora tiene su propio modelo, la Ibanez JSM100, que es la misma guitarra pero actualizada. El precio también lo han actualizado >:-(
- Pat Metheny. El último fichaje, con toda la gama de PM.
También el genial Joe Pass tuvo una guitarra con su nombre, la Ibanez JP-20 con tapa laminada (aunque alguno la intenta vender como maciza), una rara avis muy difícil de encontrar porque solo se fabricó de 1981 a 1990. No se hicieron muchas y el que tiene una de ellas no la quiere vender… barata, a pesar de que en su día no era una guitarra muy cara.
Otra Ibanez signature que ya no se fabrica es el modelo LR-10, creado para Lee Ritenour, tipo 335 y preciosa, una pasada de guitarra. Actualmente se ve alguna de vez en cuando a la venta y no están nada caras para lo que son, sobre los 1.200 euros.
El mejor año de fabricación tiene fama de ser 1982, aunque he probado modelos de ese año, anteriores y posteriores y me gustan todos. No he notado diferencias significativas en el sonido de los instrumentos de los 80 por el año de fabricación.
Donde sí ha triunfado Ibanez y es líder absoluto es en el mundo de los heavys, ahí sí que tiene un nombre con mayúsculas y es que ese mercado sí que es interesante, es donde más guitarras se venden! Si algo nos han demostrados estos nipones guitarreros, además de que saben hacer buenas guitarras, es que conocen los mecanismos para venderlas, que ya son muchos años en el oficio!
(PENSAMIENTOS)
Cuando las guitarras Ibanez empezaron a llegar a España, a principio de los 80, el principal atractivo que tenían frente a las americanas era el precio. Nadie reparaba en que las guitarras estuvieran hechas en las plantas de Fujigen o Terada (Japón), entre otras cosas porque la mayoría de nosotros no sabíamos que existieran. Actualmente las guitarras construidas en aquella época en dichas fábricas son muy apreciadas y están al alza en el mercado vintage. He llegado a ver algún disparate en el que un vendedor, espabilado de más, pedía por una imitación japonesa de Gibson ES335 casi lo mismo que si fuera una original.
Más tarde pasó lo mismo con Corea, aunque nunca han llegado a tener la reputación de Japón en construcción de guitarras, es verdad que ya se habla de algunos guitarras coreanas como si fuesen iguales en calidad que aquellas a las que imitan. Recuerdo cuando las guitarras coreanas no las quería nadie, no hace mucho tiempo de esto. Un claro ejemplo son las Samick o las D’Armond by Guild, ahora se venden más caras de lo que costaron en su día! Con la garantía de que están hechas en Corea!!!
La mayoría de instrumentos que vienen de China suelen ser de muy baja calidad, esto es un hecho, cuando alguna marca se lleva la construcción a China no es para hacer mejor sus guitarras precisamente.
Es posible que dentro de unas décadas, cuando se empiecen a construir las guitarra en Marruecos, Senegal o vaya usted a saber en qué «nueva economía emergente», empecemos a apreciar el trabajo que se está haciendo bien ahora en algunas factorías chinas, como podría ser Weifang o Gaomi, por poner un ejemplo, y que nos encontremos con anuncios como «vendo Ibanez fabricada en Gaomi en 2010, nada que ver con las de ahora». Y ya está, a revalorizarse las guitarras chinas!
El tiempo dirá.
Y esto es todo por hoy.
Espero que hayáis pasado un buen rato leyendo el equivalente a cinco folios escritos con letra en formato pequeño y espaciado mínimo 🙂
Salud y bolos!