A veces el destino nos depara sorpresas y esta archtop ha sido una de ellas. Cuando ya la daba por perdida para la causa (este blog) porque se iba para Estados Unidos para nunca más volver, su dueño me avisó de que podía disponer de ella unos días. No lo pensé dos veces y aquí la tenemos.
Esta rara avis y notable archtop que vamos a ver fue manufacturada en Nashville (Tennessee) en 1997, está a punto de convertirse en una veinteañera.
Visualmente nos podría hacer creer que pertenece a la familia de las «L», pero está realmente más emparentada con la familia «ES». Gibson afirma en su página oficial que está basada en la ES-5, aunque personalmente creo que es descendiente directa de la ES-350, guitarra que usó durante muchos años Tal Farlow hasta que le hicieron esta y que sin duda tuvo más presente que la ES-5 a la hora de decidir cómo iba a ser su modelo.
Bueno, pues esta guitarra bella y algo rarita fue presentada en sociedad por Gibson en 1962 y tuvo una acogida más bien nula, tan escasa que durante los pocos años que se fabricó solamente se vendieron 215 ejemplares. Oficialmente la producción de esta guitarra duró hasta 1971, pero realmente entre 1962 y 1965 se enviaron un total de 159 modelos de Tal Farlow y, finalmente, sólo se vendieron 215 guitarras durante el período 1962-1967 (Datos extraídos del libro de A.R. Duchossoir «Gibson Electrics – The Classic Years» pág. 188). Entre 1967 y 1971 no se vendió ninguna más.
Hoy en día, esas unidades de los años 60 son codiciadas por los coleccionistas y cuestan, cómo no, una pequeña fortuna. La reedición de esta guitarra empieza en 1993 y se extiende sin interrupción hasta el presente, si bien se fabrican contadas unidades al año.
La primera versión del modelo Tal Farlow fue realmente un prototipo del que no queda constancia alguna. Solamente hay unas pocas fotos que manifiestan su existencia. Esta aparece en el interior del CD «We Remember Tal», producido por DHR, un merecido tributo al virtuoso guitarrista.
Interesante detalle la pastilla single añadida junto a la humbucker del mástil. Es una pena que no haya forma de saber qué configuración tenía en el cambio de pastillas.
En el modelo definitivo se añadieron más detalles, aunque la mayoría son meramente estéticos y lo que tenemos realmente es una ES-350 con una imagen más personal que no afecta en absoluto al sonido. La verdad es que, con todos los detallitos que lleva la guitarra, tiene un aspecto un tanto friki -aunque elegante-, cosa que no es del agrado de todo el mundo. Cuando uno se decide a gastar más de 5.000 euros, su precio actual, en una guitarra, ya le tiene que convencer el instrumento, o estar encaprichado de él, para desembolsar contento tan voluminosa suma.
CÓMO ES
Empezaremos con los añadidos a este modelo personalizado, aunque no se sabe con certeza qué elementos diseñó Tal y cuales Gibson. Estos detalles fueron:
1.- Golpeador de diseño.
2.- Conmutador de cambio de pastilla en otro sitio.
Es casi inaccesible ya que se encuentra poco más o menos escondida debajo del golpeador. Resulta difícil cambiar de pastilla mientras estás tocando, lo mejor sería quitarle el golpeador ya que no se puede bajar, pero este golpeador es una de las señas de identidad de la guitarra. La otra opción sería elevar algo la palanca. Debido al sitio en que está colocada la palanquita de marras, en el caso de hacer cualquiera de estos dos ajustes, se quedaría expuesta peligrosamente a la mano derecha en movimiento y sería fácil cambiar de pastilla sin querer, dándole un toque accidental en un momento de desmesurada emoción interpretativa o haciendo el cafre.
Aunque pensándolo mejor, ¿para qué queremos cambiar de pastilla? 🙂
3.- Marcadores del diapasón.
Similares a los de la acústica Gibson J-200 pero puestos boca abajo y con un acabado en esta unidad que dejan bastante que desear.
Los cortes que llevan estos marcadores con forma de «corona invertida» no son cortes realmente, solo un ligero relieve que luego se rellena con una masilla del mismo color que la madera. Con el tiempo esa masilla se cae y deja al descubierto parte de ese relieve, como se puede ver en esta fotografía. No se, pero me parece una chapuza en un instrumento de esta categoría.
4.- La doble corona de Gibson en la pala.
5.- El adorno que llaman «hoja de pergamino» en el cutaway.
Este trabajoso adorno es diseño de Tal Farlow. Aunque algunas unidades de este modelo curiosamente no lo llevan. Es un trabajo muy laborioso y seguro que más de uno de los lutieres que ha estado haciendo las incrustaciones del pergamino ha pensado que para qué narices estaba haciendo eso.
6.- El cordal. Es el clásico «Trapecio», que también portaba la ES-350, pero con el hueco tapado con madera y nácar y el nombre de Tal Farlow en cruz.
Obviando todo esto, es una archtop clásica.
Tiene el cuerpo grande de 17″ pero con un ancho reducido, y esto la hace cómoda, aunque está lejos de ser una thinline. Pesa 3’5 kg., que es bastante para una archtop y se siente como un tanque al agarrarla.
La tapa, el fondo y los aros son de arce laminado de tres piezas más una finísima capa de arce rizado que es la que nosotros vemos y que le da a la guitarra esa imagen imponente. En esta foto se puede apreciar el corte de la madera y ver dichas piezas. También se ve el ya típico trozo sin pintar ni barnizar que queda debajo del final del mástil de todas las Gibson de caja (sin comentarios).
Está pintada con un precioso sombreado en Viceroy Brown y nitrocelulosa. Espectacular, como podéis ver. Todo el cuerpo va bordeado de un binding blanco/negro/blanco y las efes lo llevan simple.
El puente monta un tune-o-matic ABR1, colocado recto sobre una base de palosanto.
El mástil tiene el perfil redondito y clásico en «D», ni demasiado delgado ni demasiado gordo, una auténtica delicia, y es de tres piezas de arce con dos tiras de nogal. Tiene un ancho de 43 mm. en la cejuela, diapasón de palosanto y un tiro de 25’5, una nadería para Tal Farlow que tenía unas manos enormes (le apodaban «el Pulpo» por el tamaño de sus manos y su destreza moviéndolas). Los trastes son pequeños y muy bajos, rematados en los cantos con el binding y acabado este al detalle, no como en otras Gibson.
El dorsal de la pala va pintado de negro y acabado en punta, este detalle se conoce con el nombre de «stinger». De espaldas podría pasar perfectamente por una L5.
Lleva clavijas Grover Keystone Rotomatics con ratio 14:1 y la inconfundible palometa tipo «tulipan» pero metálicas.
En este ejemplar la acción de las cuerdas es extremadamente baja, aunque presenta un ligero trasteo que no llega a molestar, pero es que la altura de la 1ª cuerda en el traste 12 es de 1’25 mm. y la 6ª está a 1’65 mm., más bajas es imposible. Al tener el ajuste tan bajo y ser los trastes tan pequeños, la sensación que da es que las cuerdas están casi pegadas a la madera del diapasón, y realmente les falta poco.
El enganche del mástil para la correa ha sido cambiado de sitio, buscando la comodidad a la hora de tocar de pie. Ha quedado una pequeña cicatriz.
Viene con su estuche original marrón clásico con interior afelpado y la clásica colcha en lila, que a mi siempre me ha parecido muy hortera, pero bueno, ya es un clásico (muy hortera+tiempo: clásico imprescindible).
CÓMO SUENA
Bueno, a ver como lo explico sin que parezca que me paga Gibson. Os aseguro que aún no me lo han propuesto, ni creo que lo hagan.
La Tal Farlow tiene un sonido caliente y equilibrado, graves contenidos, agudos muy claros y unos medios con los que hay que tener cuidado, pero para que no se te caiga la baba y manches la guitarra. El tono de esta archtop es rico, lleno de armónicos. La guitarra canta. Tal vez peque un poco de aguda en el registro superior, por poner alguna pega, pero sin estridencias y algo fácil de solucionar cerrando un poco el tono o tocando la ecualización del ampli.
Tiene una voz muy clara y con mucha definición, bastante más parecida a la de una L5 que a una ES-175, algo que no será del agrado de todos los guitarristas. Es una guitarra muy apropiada para tocar swing o mainstream, no embarulla nada haciendo acompañamientos rasgados y se distingue cada una de sus voces.
Lleva las omnipresentes humbuckers Classic 57. Uno llega a preguntarse si realmente son estas las mismas pastillas que le ponen a guitarras que cuestan la quinta parte que esta, o incluso casi el doble, como la L5 CES.
Conociendo estas pastillas, me ha sorprendido el sonido tan transparente y cristalino que sacan en esta guitarra, absolutamente nada que ver con la ES-175, que también tiene el cuerpo de arce laminado, aunque el mástil de la 175 es de caoba y la profundidad de la caja mucho mayor, pero la diferencia de sonido de las mismas pastillas en estas dos guitarras es abismal.
Con la pastilla del puente me ha pasado algo que no es normal y es que me ha parecido bastante decente, incluso útil. Cerrando el tono a la mitad obtenemos un sonido bastante cálido y a la vez mordiente, bravucón y dulce. No llegué a probarla con distorsión pero seguro que con un poco de crunch sonaría muy bien. Además aguanta perfectamente el volumen alto sin acoplarse, otro punto a su favor.
Me ha cautivado el sonido de esta guitarra.
CONCLUSIONES
Estamos ante una archtop de nivel profesional que vale para cualquier tipo de estilo dentro del jazz, que es lo que nos ocupa. Es perfecta para tocar swing tipo años 50, pero para un jazz más moderno o fusionero, creo que no es el instrumento más apropiado, aunque sin duda también daría la talla.
También hay que tener en cuenta que no deja de ser una guitarra de maderas laminadas y tiene un precio desorbitado. Es lo que ocurre cuando el instrumento tiene pedigrí, hay que pagarlo.
Realmente es recomendable para todo aquel que se lo pueda permitir y, eso si, le convenza su estética.
RESUMEN DE DATOS TÉCNICOS
- Caja: 17″. Tapa, aros y fondo de arce laminado.
- Ancho: 7’5 cm.
- Mástil: De tres piezas de arce separadas por dos tiras de nogal.
- Diapasón: Palosanto, con binding.
- Ancho en la cejuela: 43mm.
- Escala: 25’5″
- Radio: 12″
- Clavijas: Grover Keystone Rotomatics. Ratio 14:1.
- Trastes: 20 medium.
- Pastillas: 2 Humbucker Gibson Classic 57.
- Controles: Dos volúmenes y dos tonos.
- Puente: ABR1 con base de palosanto.
- Cordal: «Trapecio» clásico de Gibson.
- Peso: 3’5 Kg.
VÍDEO
Grabado con micro SENNHEISER e906.
Tarjeta de sonido Audient ID22.
Sonido sin procesar, solamente lleva un pedal de reverb Hardwire RV7.
Audio en MP3, a 192 kbps. Es aconsejable escucharlo con auriculares, si no tienes unos buenos altavoces en tu PC.
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Aunque solamente tuve esta guitarra unos días, la estuve tocando 25 horas diarias, de no ser así no me habría aventurado a escribir esta review.
La guitarra partió para Estados Unidos y mi amigo Eddy Berte, ex-propietario de esta maravilla y de otras muchas que han pasado por este blog, se marcho a vivir a Bélgica. La vida sigue su curso y no podemos ni imaginarnos qué nos espera a la vuelta de la esquina. Seguiremos improvisando.
Salud y bolos!