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Guitarras de Jazz

Rivera Jazz Suprema 25

octubre 3, 2017

El prestigioso diseñador y fabricante de amplificadores Paul Rivera ha creado este pequeño y llamativo combo valvular  pensando esencialmente en amplificar archtops.

No hay muchos amplificadores de válvulas creados específicamente para archtops, la  mayoría de los guitarristas  que tocan este tipo de guitarras, sobre todo en un contexto jazzistico, usa transistores. Es algo que parece estar muy asimilado por todos: el mejor limpio se consigue con transistores. Pero hay algo en los valvulares que los hace insustituibles y difíciles de imitar, la calidez y los armónicos de un buen ampli de válvulas no conoce sucedáneos, aunque actualmente no estén muy de moda para tocar jazz. En mi caso, pese a ser poseedor de varios amplis de transistores especiales para jazz, hace años que uso un valvular para actuaciones y grabaciones.

Si tenemos en cuenta que el porcentaje de ventas de los amplificadores pensados únicamente para tocar limpio es minúsculo comparado con los que están hechos también para saturar, pues comprenderemos por qué ningún fabricante se quiere arriesgar a hacer amplificadores de válvulas específicos para tocar jazz: no se venden. Además, ya existen muchos valvulares que sin estar diseñados especialmente para este fin dan muy buen resultado, como son el Fender Deluxe Reverb o el Koch Studiotone, por poner unos ejemplos, dos todo-terreno que suenan muy bien con archtops y con cualquier cosa que le enchufes.

Pues bien, a estas alturas y con la que está cayendo, va el señor Paul Rivera y diseña un amplificador de válvulas específico para archtops, más concretamente para guitarras de alta gama de maderas talladas, como la Gibson L5 y similares, esa era la idea. Pero no solo eso, además tiene la osadía de llamarlo «Jazz Suprema», algo que es casi una maldición, porque si algún comprador despistado llega de rebote a probar este ampli y le gusta, igual lo compra, pero portando la palabra «Jazz» en su negro frontal, es que ni se molesta en probarlo. Esto es una realidad, todo aquello que huela a jazz tira para atrás al «gran público», aunque no deja de ser un prejuicio absurdo.

Realmente el diseño de este amplificador no es tan reciente. El primer Rivera Suprema, ya descatalogado, no portaba el apellido «Jazz» y era otro amplificador, nada que ver con este que nos ocupa. Tenía dos canales y estaba enfocado al rock, un canal limpio que se ensuciaba enseguida y otro canal realmente sucio.

Después, en 2005, apareció el Jazz Suprema inspirado en el Suprema, con una estética totalmente diferente a los actuales y un altavoz de 15″ para 55 W de potencia que daban dos EL34, también contaba con dos canales independientes, uno limpio y otro sucio. Este primer modelo se diseño por encargo para la tienda especializada Guitars ‘n Jazz, de Springfield, USA, que aún lo tiene en catalogo.
Aquí lo podéis ver en una foto extraída de la página oficial de Rivera http://www.rivera.com/

 

La nueva versión del Jazz Suprema apareció unos años después en dos versiones de 50 W, con altavoz de 12″ o 15″ en muy diferentes muebles y además monocanal, ya no tiene canal saturado, solo limpio. Imagino que Rivera se daría cuenta que los guitarristas de jazz no usaban el saturado y decidió eliminarlo, así además saldría más barato. A mí me parece perfecto, pero es cierto que también se estaba cerrando algunas puertas, aunque pocas, creo yo.

El pequeño Jazz Suprema 25 ha sido el último en aparecer y está en el mercado desde 2014. Este es el que vamos a probar hoy.

CÓMO ES

El JS 25 está pensado para los guitarristas que tienen que tocar a menudo y transportan su propio amplificador, pesa 17’2 kg. frente a los 22’2 kg. de sus hermanos mayores. Parece que cinco kilos, sobre el papel no es nada, pero a la hora de subirlo al coche después de tocar es otra cosa. Porta un altavoz Eminence de 10″ fabricado expresamente para Rivera y tiene unas dimensiones generosas para llevar un altavoz tan pequeño: 48 cm de ancho x 44 de alto x 27 de fondo, ahora mismo lo tengo junto a mi Polytone que lleva un altavoz de 15″ y son exactamente del mismo tamaño. No han escatimado en caja… o igual escatimaron demasiado en la caja del Polytone, no se.

La construcción de este amplificador es de lujo y su estética es muy retro, es la onda de los nuevos amplis de Rivera. La verdad es que dan ganas de hacerle una funda de ganchillo o ponerle una maceta encima y colocarlo de decoración en el comedor.

 

Está forrado con vinilo de alta calidad y se nota al tocarlo. El frontal está separado en dos por una barra central que hace de difusor del sonido, además de quedar muy bonita. La rejilla del altavoz es de tela beige con hilos negros y dorados, un placer para los sentidos.

 

 

Las cantoneras metálicas y los ocho tornillos que lleva arriba, para sujetar el chasis, le dan un aspecto muy robusto. Realmente lo es.

 

Está coronado por un asa de piel. Desde luego, más bonito no puede ser, o al menos a mi me lo parece, que esto es muy subjetivo.

 

 

Este ampli es monocanal, está pensado para tocar fundamentalmente en limpio y tener el máximo «headroom» posible, así reza su publicidad. No obstante tiene su master y su volumen.

En el panel frontal tenemos esto:

 

Lo primero que me llamó la atención es que no tiene standby, enciende a pelo, de un tirón. Los JS más grandes sí llevan standby, aquí tenemos el primer recorte que se le ha hecho al pequeño de la familia.

Los mandos dignos de mención son el «Pull Bright» de los agudos, el «Pull Notch» de los medios, el «Focus» y su «Pull Fat». Los demás son los normales de cualquier ampli.

El «Bright» se activa al sacar para afuera la perilla de los agudos o treble y, como era de esperar, añade más brillo a los agudos. Tiene un efecto logarítmico, es decir, del 1 al 5 añade mucho brillo pero a partir de ahí casi no sube más.

En el pote de medios tenemos la opción del «Notch», que tiene una interesante y útil influencia sobre esta frecuencia. El potenciómetro de medios está centrado en la frecuencia de 550 Hz, al tirar del botón para afuera cambia el centro de frecuencia a 250 Hz. Esto es especialmente útil cuando usamos una guitarra con demasiado cuerpo, para aligerarla un poco. También nos puede ser de gran ayuda con guitarras que tiendan a la retroalimentación, como las archtop de tapa maciza. Realmente funciona y se convierte en una pieza clave del amplificador.

El «Focus» es una exclusiva de Rivera que aparece en varios de sus amplis y tiene la función de cambiar la respuesta del altavoz, perfilando más el sonido. En palabras del fabricante: «El efecto puede dar a los bafles cerrados un sonido más parecido a uno abierto, y viceversa, además de poder combinar a medida la cantidad de dureza que quieres en tu sonido final». Al colocar el pote de Focus en la posición «Fat», el altavoz sonará como si estuviese desgastado, muy usado, y será algo más blando. Todo esto es la teoría, ya veremos cómo se porta este milagroso «Focus» en las pruebas de sonido.

En el panel de atrás hay poco que ver.

 

Rivera Jazz Suprema 25 - 09.jpg

Tiene una salida para el altavoz principal y otra muy práctica para conectar un altavoz externo de 8 Ω y 20W, no le viene nada mal a este pequeñín el refuerzo de una pantalla  con altavoz de 12″ o 15″.

Al lado hay una salida de línea para enchufarla directamente a mesa o para usar otro amplificador como esclavo.

El dorsal se completa con el in-out del loop de efectos. Aquí tenemos otro recorte que han hecho del modelo grande. Mientras que el JS55 lleva dos controles para regular el in-out del loop de efectos en paralelo, este no los trae, y me pregunto si este loop será en serie, aunque en la publicidad dice que es en paralelo y no hay por qué desconfiar, pero me parece raro que sea en paralelo y no le hayan puesto esos dos controles, o al menos uno de mezcla.

CÓMO SUENA

Las válvulas que trae de serie con unas 6V6 Electron Tube chinas en potencia y TAD 12AX7 en el previo. Su sonido es valvular cien por cien y se nota mucho, me ha recordado a los Fender Blackface antiguos, de hecho en la primera publicidad del primer JS decían que era una actualización del Fender Princeton de los 60.

Los agudos suenan vivos y chispeantes. Activando el «Bright» se dispara el brillo y hay que ajustarlos a muy bajo nivel para que no resulte excesivo. A mi parecer este «Bright» es innecesario teniendo como tiene el control de presencia, por si acaso nos faltara brillo, que no es el caso para nada.

Los medios son bastante compactos y llenos, el alma del amplificador. Al tirar para afuera del pote de medios activamos el «Notch» y cambian radicalmente. Con guitarras de fácil retroalimentación es realmente útil este ajuste, reduce eficazmente los acoples, aunque entonces hay que subir los medios bastante para conseguir un sonido equilibrado. Con este «Notch» podemos hacer que una humbucker suene casi como una single. Lástima que no se pueda activar desde el pedal que, dicho sea de paso, solo sirve para poner o quitar la reverb y además no te lo dan con el ampli, hay que comprarlo aparte.

Los graves de este amplificador están muy cargados y hay que tener sumo cuidado con ellos, si nos despistamos un poco pueden arruinarlo todo. Mientras tocaba con los agudos al 5 y los medios al 7, he tenido que bajar graves al 2 para que no embarullaran. Si bajamos los graves a cero, el sonido pierde absolutamente todo el cuerpo, no se puede prescindir de los graves en este amplificador.

En la publicidad del JS dicen que está diseñado para mantener el máximo nivel de limpio a altos volúmenes. Pues bien, con el master al 7, el volumen al 4 y las válvulas calentitas, ya empieza a romper. La pequeña saturación que tiene es agradable, muy musical, no suena nada mal, el problema es que aparece demasiado pronto y si escogemos este amplificador es precisamente para todo lo contrario, buscamos el máximo «headroom», eso es lo que nos están vendiendo. Seguramente cambiando alguna válvula de previo podríamos estirarlo algo más, pero este amplificador ya debería venir de casa preparado para eso.

La reverberación es un poco exagerada, con una cola muy larga, pero usándola en su justa medida puede servir, es cálida. Hay un cambio trascendente en el paso del 3 al 4, al tres se puede usar y no molesta excesivamente, pero la cantidad de reverb que sale  al cuatro ya es casi para surf. Al cinco es para surf, definitivamente. Nunca entenderé por qué siguen insistiendo en hacer amplis enfocados al jazz con estas reverb tan largas que, al final, nadie usa o la usa al mínimo para que no moleste.

El control de Focus, en su posición normal, añade una respuesta más rápida al ataque y algo más de definición, como si enfocara más el sonido, como su propio nombre indica. En la posición Fat el sonido se vuelve un poco más blando, no más gordo. En el manual del amplificador dice sobre el modo Fat: «puede quitar el sonido «nuevo» de su altavoz y hacer que suene «desgastado»«. No sé cómo afectará al sonido este control cuando el amplificador tengo 20 años y el altavoz esté desgastado de verdad.
El control «Focus», en general, es más útil para las melodías rápidas tipo bebop que para acordes pero, en cualquier caso, es solo un matiz, aunque se nota su influencia no tiene un efecto radical sobre el sonido final.

Con este amplificador tendremos que invertir bastante tiempo en tocorrear todos los botoncitos para conseguir que suene bien, no es un ampli fácil de configurar, hay que trabajarlo. Por contrapartida, con todos los controles que tiene para modelar el tono es prácticamente imposible que no consigamos un sonido de nuestro agrado, igual con archtop que con guitarras sólidas.

CONCLUSIONES

El Rivera Jazz Suprema suena muy bien con archtop, cálido y vintage, ofrece sonidos de la vieja escuela, que me han recordado mucho a Kenny Burrell. A pesar de su nombre se puede usar perfectamente con todo tipo de guitarras para otros estilos que no sean jazz y acepta de buen grado pedales, tiene un limpio de mucha calidad y es moldeable como pocos.

El hecho de que su umbral de limpio no sea especialmente alto representa un problema para los que buscamos únicamente un limpio en condiciones. Para usarlo en formaciones grandes, como grupos con dos o tres vientos o bing bands, con sus 25 vatios se puede quedar un poco corto. Tenemos la opción de añadir un bafle externo de refuerzo que abrirá más el sonido y nos permitirá sacarle más partido.

VÍDEO
Para la cata utilicé mi Guild X-170 directa al amplificador.
Grabado con micros SENNHEISER MD441 y e906.
Tarjeta de sonido Audient ID22.
Sonido sin procesar.
Audio en MP3, a 192 kbps. Es aconsejable escucharlo con auriculares, si no tienes unos buenos altavoces en tu PC.

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Después de un verano especialmente caluroso y agotador volvemos a las andadas con energía renovada, sin prisa pero sin pausa.

Salud y bolos!

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Comentarios (2)

Hola,

Siempre me han gustado los Rivera, pero como opción «bluesera» alternativa a algunos Fender. En la grabación se nota que hay que sujetar los graves y que el sonido, evidentemente, tiene esos armónicos tan típicos de los amplis valvulares. Yo soy de esos que también toca jazz con un amplificador valvular, en mi caso un MPF, y creo que estos amplificadores también son válidos, simplemente diferentes a los de transistores, asumiendo que el tipo de limpio que tienen es de otra naturaleza.

Gracias por la entrada

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Hola David.

Efectivamente, los graves de este ampli son poderosos, debe ser por el fondo que tiene la caja del ampli, aunque también cuenta la guitarra que usé para la grabación, que tiene un cuerpo que no todos los amplis aguantan.

Según mi técnico de sonido, que es un devoto de las válvulas, el limpio que generan estos amplis nunca es limpio, siempre hay una pequeña saturación aunque inaudible a bajos volúmenes. Yo no se, pero hoy por hoy prefiero mil veces un valvular a un transistores, aunque el limpio rompa un poco cuando le aprieto, es uno de sus encantos.

El problema que tenía con este Jazz Suprema es, como decía en el reportaje, que satura demasiado pronto, a volumen casero, aunque en mi casa toco bastante fuerte la verdad. Por lo demás es un ampli estupendo, me gustó mucho su sonido.
Tengo también un Rivera Clubster, con un sonido muy parecido al Deluxe Reverb y que no está pensado para «obtener el máximo umbral de limpio», como se le supone al Jazz Suprema, y en cambio aguanta más volumen sin romper. Posiblemente se deba a la 12Y7 que lleva en V1, pero bueno, ya podían haber pensado mejor qué válvulas le colocaban al JS.

Un saludo.

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