El Roland Jazz Chorus es sin duda unos de los amplificadores de transistores con el sonido limpio más apreciado. Ha sido y sigue siendo usado por grandes del jazz y del rock.
Uno de los responsables de que este amplificador sea conocido entre los rockeros es sin duda Andy Summers, el guitarrista de Police, que lo hizo entrar en la historia cuando tocó los archifamosos arpegios de «Every breath you take» con un JC-120. Otro roquero famoso que uso JC fue Robert Smith con The Cure, aunque este llevaba un raro JC-160. También cuentan las malas lenguas que el mismísimo Kirk Hammett ha usado un JC-120 para grabar los limpios en algún que otro tema de Metallica, y lo más gordo es que es verdad.
Y es que el JC tiene uno de los canales clean más pulcros de toda la historia de la amplificación, es tan limpio que llega a molestar!
Mención aparte merece el chorus «estéreo», que hizo furor en los 80 y del que hablaré más adelante.
El amplificador que vamos a probar es uno de los más pequeños de la familia Jazz Chorus (JC). La serie JC está formada por once modelos de diferente potencia y alguna que otra particularidad, aunque la mayoría de ellos ya no se fabrican:
- JC-200.- Cabezal estéreo. 2 x 100 vatios. Dos canales independientes. Usado principalmente para teclado. Rara avis.
- JC-160.- Estéreo, Cuatro altavoces de 10″, 60 vatios por canal, no 80, como se puede pensar en un primer momento (80+80=160). Es como un JC-120 pero con cuatro altavoces de 10″. Solo se distribuyó en Japón y es muy raro ver uno.
- JC-120.- Estéreo, dos altavoces de 12″, 60 vatios por canal. Ya es un clásico.
- JC-90.- Actualización del JC-77. Mismas características.
- JC-80.- Mono, 60 vatios. Un altavoz de 12″.
- JC-85.- Estéreo, dos altavoces de 10″, 40 vatios por canal.
- JC-77.- Estéreo, dos altavoces de 10″, 40 vatios por canal.
- JC-60.- Versión mono del JC-120, un solo canal de 60 vatios.
- JC-55.- Estéreo, dos altavoces de 8″, 25 vatios por canal.
- JC-50.- Mono, 50 vatios.
- JC-20.- Estéreo, dos altavoces de 5″, 10 vatios por canal.
Hay algún modelo más, pero solo son variaciones de estos, la lista sería interminable. Algunos fueron cambiando de referencia y solo son actualizaciones, como por ejemplo los JC-77, 85 y 90, son prácticamente el mismo amplificador con alguna pequeña variación estética.
En estos amplificadores «estéreo» solo quiere decir que lleva dos altavoces, porque como veremos más adelante, no son estéreo.
CÓMO ES
El JC-55 pesa 12 kilos y mide 50 cm. de largo por 21 de fondo y 40 de alto, unas dimensiones realmente reducidas que lo hace altamente manejable. Cabe en cualquier maletero y se puede mover con una mano sin esfuerzo.
El recinto es de aglomerado de 1 cm. de grosor, ese es el secreto de su peso. Más vale que seamos cuidadosos con él porque no soportaría una caída en condiciones. A pesar de eso su aspecto es robusto, gracias a las cantoneras rollo Mazinger y las chinchetas. Hay que ver lo que hacen unas chinchetas bien puestas!
Teniendo en cuenta sus dimensiones, el sonido que da es grande, abierto y con volumen de sobra para ensayar o tocar jazz -o cualquier otro estilo- en pequeños garitos.
Tenemos la garantía de que es «Made in Japan», por lo que debe funcionar muchos años sin darnos problemas, aunque eso nunca se sabe. El JC55 que estoy probando lleva más de 20 años funcionando y no ha fallado nunca.
Los dos altavoces de 8″ también son «Made in Japan», diseñados por Roland y dan mucho de sí. En el centro del cono llevan una «cúpula» de aluminio o «dome silver cap» y es característica en todos los altavoces de los modelos JC.
En el frontal nos encontramos con los mandos normales, nada especial salvo el control del chorus.
Me ha llamado la atención que los controles de tono estén dispuesto al revés que en la mayoría de amplificadores, quedan los agudos a la izquierda y los graves a la derecha. Realmente tampoco es que sea tan raro, algunos amplis los llevan dispuestos así. Esto nos puede confundir cuando lo tengamos en el suelo y no veamos los nombrecitos que están puestos encima de los mandos y el resultado puede ser que ecualicemos al revés, dándole agudos cuando realmente queremos subir los graves, aunque es un detalle sin importancia y solo es cuestión de acostumbrarse.
De izquierda a derecha tenemos los controles de: distorsión (on/off y volumen en el mismo pote), volumen general, agudos, medios, graves, reverb, rate, depth, palanca para activar el chorus y/o cambiar de modo, interruptor de encendido/apagado.
En la parte de atrás tenemos varias entradas y salidas, además del fusible de rigor. De izquierda a derecha: entrada de pedal externo para activar o desactivar el chorus, otra igual para la reverb y otra para la distorsión, salida de línea con efecto y salida de línea mezclada. Todo muy práctico.
Las salidas de línea tienen un funcionamiento curioso y además no mutean el sonido del amplificador. A veces viene bien para usarlo como monitor pero otras veces puede ser un problema engorroso.
Realmente, he encontrado pocos amplificadores que tengan la opción de activar o desactivar el altavoz cuando sacas línea para mesa de mezclas, pero existen.
Usando la salida de línea normal o «mixed» podemos sacar una señal mono, para mesa o para otro amplificador. En esta salida están activos los efectos, chorus y reverb.
Lo curioso es que si usamos las dos salidas para dar señal a dos amplificadores o dos lineas, sonará con chorus y reverb solamente el que esté conectado a la salida «effect» y el que esté conectado a la salida normal sonará sin efectos, ni chorus ni reverb.
Cuando usamos el amplificador con sus altavoces, el chorus funciona igual. Por el altavoz izquierdo (mirándolo de frente) sale el sonido sin efectos y por el derecho sale con chorus y reverb. Para comprobarlo grabé cada altavoz con un micro y aunque se mezclaban bastante las señales se podía distinguir, no obstante y para salir de dudas, le desconecté primero un altavoz y luego el otro y efectivamente, un altavoz sonaba con efectos y el otro no. Prueba superada 🙂
Por tanto, al menos en este modelo no podemos decir que el chorus sea estéreo. Sí podemos decir que se oyen sonidos diferentes por cada altavoz, pero el efecto chorus NO es estéreo, ya que un chorus estéreo sonaría por los dos altavoces con chorus, y no es el caso.
No obstante el efecto que se consigue es espectacular… si te gusta el chorus, claro.
Las tres opciones de la palanca de chorus son:
- Palanca arriba, modo «manual».- Se puede ajustar a nuestro gusto usando los controles «rate» y «depth», como cualquier pedal de chorus. Llega hasta efectos psicodélicos.
- Palanca abajo, modo «fixed».- Los controles no afectan a la modulación ya que viene ajustado de fábrica con un chorus moderado bastante resultón.
- Palanca en el centro.- Desactiva el efecto.
El volumen de distorsión lleva incluido un interruptor. A cero está desactivado, si lo subimos un poco hace un «clic» y a partir de ahí empezamos a subir el volumen de la distorsión. Combinando este potenciómetro con el de volumen general conseguimos más o menos saturación.
PRUEBA DE SONIDO
Al probarlo puse la ecualización plana, graves, medios y agudos al 5 y al tocar un acorde mi primer impulso fue cambiar de pastilla para que sonara más grave pero, ya estaba en la pastilla del mástil! Tuve que bajar los agudos para acercarme al sonido que buscaba y poco a poco fui perfilándolo a mi gusto.
El resultado fue: agudos al 2, medios al 5 y graves al 7. Si tenemos en cuenta que la guitarra usada para la cata del JC fue una Guild X-170 con unos graves gordos y opacos, podemos decir que este ampli tiene un carácter brillante muy marcado. Se puede arreglar, pero si te gustan los sonidos oscuros, tan típicos en el jazz moderno (Metheny, Rosenwinkel…) hay que recurrir a ecualizaciones extremas, con su consiguiente pérdida de definición. Tener que bajar los agudos tanto siempre es un problema.
En otros amplificadores más apropiados para el jazz, es fácil conseguir un sonido oscuro sin necesidad de eliminar totalmente los agudos, aquí no.
La dinámica es buena y responde bien al ataque de la púa, también acepta de buen grado los pedales, como cabe esperar de un «solid state».
El rendimiento de los dos altavoces de 8″ es más que satisfactorio y poniendo el master a la mitad parece mentira que solo tenga 25 vatios por canal y que los altavoces sean tan pequeños, suena mucho más grande.
El tanque de reverb es Hokusei, made in Japan, de dos muelles y, aunque suena bien, produce una reverberación demasiado larga y brillante para jazz, pega típica en las reverb de muelles.
Para hacer esta foto puse el ampli al revés. Con el ampli en posición normal, la reverb queda boca abajo. Va atornillada al chasis.
En la prueba de sonido la puse al dos y no molestaba. Por eso, entre otras cosas, siempre he preferido usar reverb externa, para poderla modelar a mi gusto, porque la mayoría de reverb que traen los amplis suelen tener cola muy larga y no hay posibilidad de recortarla.
El chorus suena muy bien en el modo fijo y dan ganas de dejarlo ahí. En el modo manual podemos conseguir mucho más, hasta sonido de muelle o psicodélicos, bastante inútiles para algo normal, pero útiles para echarte unas risas.
El máximo chorus que he usado en la prueba de sonido es con el RATE al 6 y el DEPTH también al 6, y ya me parecía excesivo.
La distorsión es bastante malilla, no es aconsejable usarla.
CONCLUSIONES:
Este ampli vale para todo un poco, es apropiado para cualquier estilo en el que haga falta un buen sonido limpio. Se puede obtener de él un resultado muy válido para jazz, si mantenemos los agudos a raya ya que, como he dicho antes, el principal defecto que le encuentro es el exceso de brillo. Tiene calidad de sonido aunque a mí me resulta demasiado hi-fi.
Se lo recomendaría a aquellos que quieren tener un amplificador para todo y no quieren gastar mucho dinero ni dejarse la espalda cargando y descargando. Como ya dije, tiene volumen de sobra para tocar jazz en locales pequeños, aunque evidentemente, con dos altavoces de 8″ tiene sus limitaciones.
Ya no se fabrica pero se puede encontrar de segunda mano por poco dinero, entre 200 y 300 euros. No es un amplificador de nivel profesional, pero… ¿Alguien da más por este precio?.
Eso sí, para darle un uso profesional mejor el JC-120.
Algunos guitarristas de jazz famosos que usaron Roland JC-120, el hermano mayor y que todavía se sigue fabricando: Pat Martino, Emily Remler, Pat Metheny, Joe Pass, Larry Coryell…
Y guitarristas de rock: Andy Summers, Kirk Hammett, Jeff Buckley, David Birne, Peter Frapton, Robert Fripp, Mark Knopfler…
Actualmente prácticamente ninguno de ellos lo usa… pero lo han usado, por algo será.
Las fotillos de rigor, como ya sabréis podéis verlas más grandes pinchando encima:
VÍDEO
Grabado con micros Rode NT2 y SENNHEISER e906.
Tarjeta de sonido Edirol FA-66.
Sonido sin procesar.
Audio en MP3, a 192 kbps. Es aconsejable escucharlo con auriculares, si no tienes unos buenos altavoces en tu PC.
Y nada más amigos. Para la próxima review prometo presentar un buen guitarrón, que los amplis son necesarios pero no son lo mismo, estamos de acuerdo.
Salud y bolos!